martes, 9 de enero de 2018

EL CALVARIO DE TIM DON.



La temporada 2017 del británico marchaba a las mil maravillas. Su estratosférico registro en Ironman Brasil "7:40:23" le alzaba como el mejor registro Ironman de la historia, y el segundo mejor de la distancia Ironman. Don no venía en el mejor momento de la temporada a Brasil, aunque había preparado duramente este Ironman, buscaba puntos para Kona al ser un Ironman Championship; la victoria le valió para sumar 4.000 puntos que le dejaron perfectamente clasificado para el mes de octubre. De esta forma Don prepararía el resto de temporada compitiendo sin presión y en pruebas que el quisiese y pudiendo llegar en el mejor estado al Ironman Hawaii.






Tras Ironman Brasil decidió apostar al 100% por Kona, aunque compitió en algunos medios, como Challenge de San Gil, donde logró la victoria o el Campeonato del Mundo Ironman 70.3, donde logró una fantástica tercera posición, solo superado por Noya y Kanute. Tim Don demostró que, prácticamente a un mes del Ironman de Hawaii, era un gran exponente para hacerlo muy bien. Quitando al potente cuarteto de favoritos formado por Frodeno, Sanders, Kienle y Lange, seguramente Don era el máximo exponente y la gran esperanza de poder luchar por destronar del pódium a este cuarteto de gran favoritos que está arrasando en la Franquicia Ironman, de los que tres de estos cuatro ya saben lo que es ganar en Kona.



Pero la desgracia para Tim Don llegó unos días antes de la prueba, cuando fue atropellado por un coche en uno de los últimos entrenamientos cuando circulaba por la Queen Kona. Su lesión era bastante grave, con una vértebra rota, la c2. Por suerte fue una fractura y no tuvo que pasar por el quirófano, además tuvo más fortuna al salvar su médula. Aunque todo parecía que sería una recuperación entre comillas rápida, es aquí cuando empieza el duro calvario de Don. Tim Don pasa unos días en Kona con el cuello inmovilizado pensando que con un collarín todo estaría resuelto en un par de meses.







Don decide junto con su mujer viajar a Boulder, Hospital especializado en  Neurocirugía y columna vertebral. Allí el doctor le aconseja que lo mejor para poder volver al deporte de alta competición y recuperar su lesión al 100% sería un collarín-corse que iría incrustado en el cráneo con entre cuarto y cinco tornillos. De esta forma Tim Don ha tenido que afrontar estos tres últimos meses durmiendo en una silla sentado verticalmente, ya que al intertar tumbarse una fuerte presión en la cabeza le impedía dormir y estar tumbado. Por suerte, a Don ya le fue quitado ese duro collarín hace unos días, agarrado por esos tornillos a la cabeza. Ahora deberá llevar un collarín las próximas semanas. A pesar de esos duros tres meses, pudo hacer algunos ejercicios y bici estática y algunos ejercicios de fortalecimiento muscular para no estar parado y no perder el tono muscular del todo. Ahora puede ir haciendo algunos entrenamientos más, y muchas horas diarias de rehabilitación. El próximo 30 de enero se le hará un examen profundo para ver como está evolucionando su lesión. Aunque Don confía en poder estar en Kona-2018, queda un largo camino todavía por recorrer.

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